Este paseo histórico se inicia en el origen más directo de la risografía: el nacimiento de las duplicadoras. Para ello nos remontamos, tras un breve paso por el uso de la plantilla en el arte tradicional japonés, a la segunda mitad del siglo XIX. Es la gran época para los inventores, y personalidades como Thomas Alva Edison, Eugenio de Zuccato o David Gestetner compiten por patentar y comercializar ingenios como la pluma eléctrica, el papirógrafo, el tripógrafo, el mimeógrafo o el ciclostil, que permiten duplicar documentos de forma rápida, sencilla y barata.
Las nuevas necesidades creadas por la revolución industrial brindan una gran acogida a estos inventos, que se desarrollan y universalizan como medio de comunicación esencial hasta el punto de convertirse en actores principales de la subversión política y la contracultura del burbujeante siglo XX; es el momento de las vietnamitas.
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1/Introducción
La risografía es el término que designa el resurgimiento actual de una técnica de impresión, en parte, obsoleta, desde una perspectiva eminentemente artística, caracterizada por el uso de duplicadoras digitales Riso y, en menor medida, Ricoh u otras marcas. Sus orígenes se remontan a la duplicación basada en plantillas, que, como te contamos en nuestros artículos Historia de la serigrafía e Historia del grabado: orígenes y evolución de la obra gráfica, está estrechamente entrelazada con el grabado tradicional japonés. Para profundizar en las características de la actual impresión en risografía te recomendamos que acudas a la sección risografía.
En 1980 se lanzó al mercado el tándem Risograph FX7200, una creadora de plantillas, y Risograph AP7200, su respectiva impresora; y, por fin, en 1984 vio la luz la primera duplicadora automática, la Risograph 007, que integraba ambas funcionalidades en un único aparato. Habría que esperar hasta 1986 para conocer la primera duplicadora digital, el modelo Risograph 007 Digital. En 1994 se comercializó la serie de duplicadoras GR, en 1998 llegó la serie CR, en 1999 la FR, y así un sucesivo etcétera del que cabe destacar las populares series RZ y MZ, ambas desarrolladas en el año 2004, y en las se incluye la duplicadora que atesoramos en Ora Labora Studio.
No obstante, antes de dar paso a los interesantes predecesores de la risografía, habría que mencionar a la responsable de su relativo declive actual: la xerografía, o, como se la conoce popularmente, las fotocopias. La empresa Xerox distribuyó en 1959 el modelo Xerox 914, con el que se implantaría la arrasadora sencillez y rapidez de una técnica basada en el polvo de tóner o tinta seca —xerox viene del griego, seco—. La también llamada electrofotografía, cuya tecnología reside en la fijación del pigmento por medio de calor y atracción electrostática, es el motivo por el cual hoy se habla de un resurgimiento artístico de la risografía; un resurgimiento venido, en parte, de su decadencia como técnica de reproducción comercial frente a las alternativas actuales.
2/Origen de la risografía
Las humeantes chimeneas de las fábricas han cambiado el mundo por completo. La revolución industrial instaura nuevos hábitos a la vez que genera nuevas necesidades. Ahora existen uno seres llamados empresas, cuya alimentación se basa en inventos y patentes de cualquier cosa que mejore la productividad, facilite el trabajo o solucione un problema. Están deseosas de engullir aquello que las libere de un incipiente mal que crece a medida que su cuerpo se va desarrollando más y más: las toneladas de documentos que implica su mera existencia; libros de cuentas, solicitudes, comunicaciones, permisos, etc. Hasta el momento, un ejército de escribas copia a mano cualquier papel del que se requiera un duplicado. Y, copiar a mano un libro de cuentas, tal vez no sea la opción más rápida. Ni la más fiable.
Como te decíamos, todavía no existe la luz eléctrica. Tampoco el teléfono o la penicilina, mientras que la fotografía está dando sus primeros pasos. En este nuevo mundo, todo parece estar aún por hacer. Pero, por suerte, para eso nacieron personas como Thomas Alva Edison. A él le tienes que agradecer la bombilla bajo la que ahora lees este artículo del mismo modo que las risografías que tanto te gustan o los tatuajes que tal vez tengas en tu piel. Edison es el inventor de la pluma eléctrica, un ancestro común entre las máquinas de tatuar y la risografía.
2.1/Thomas Alva Edison: la pluma eléctrica
Ante la creciente necesidad de duplicar cualquier documento de forma fácil, rápida y barata en un contexto de oficina, surge la oportunidad de adecuar la tecnología y el saber existentes a esa nueva realidad imperante. Las circunstancias de las últimas décadas de siglo XIX fueron las responsables de que Thomas Alva Edison desarrollase uno de sus múltiples ingenios: la pluma eléctrica.
Esta pequeña prensa permitía reproducir, según la publicidad de la época, miles de copias con una facilidad nunca vista hasta el momento: “con la Pluma Eléctrica de Edison las plantillas se hacen tan rápido como se escribe con un lápiz normal. Mediante la Prensa Duplicadora, de cada plantilla se pueden obtener de 1000 a 15000 impresiones a una velocidad de 5 a 15 por minuto”. No obstante, tras un rotundo éxito comercial inicial, la pluma eléctrica pronto quedó obsoleta frente a las nuevas versiones que la competencia lanzó al mercado. Estos modelos prescindieron de las problemáticas baterías eléctricas, sustituyéndolas por pedales mecánicos similares a los de las máquinas de coser. Aunque ese no fue el fin del lápiz eléctrico. Unos años más tarde, en 1981, el neoyorkino Samuel O’Reilly patentó la primera máquina de tatuar basándose en el diseño de Edison.
2.2/Eugenio de Zuccato
Uno de los personajes involucrados en esta pugna fue el italiano Eugenio de Zuccato, creador del papirógrafo. Este ingenio, patentado dos años antes que el lápiz eléctrico de Edison, se basaba igualmente en la perforación de un papel impermeable. Aunque, en este caso, el horadado se realizaba mediante la acción controlada de un ácido. El mismo Zuccato creó, también, el tripógrafo, cuya principal diferencia residía en que la plantilla se disponía sobre una plancha de metal de superficie ligeramente dentada, para, con la ayuda de un estilete metálico, rasgarla por la acción del roce contra las minúsculas puntas cortantes; el prefijo griego tripo significa agujerear, taladrar o perforar.
Las propuestas de Zuccato son sólo dos más de un largo listado de inventos coetáneos que hoy conocemos, en parte, gracias a valiosos testimonios del momento como la Spons’ Encyclopedia of the Industrial Arts, Manufactures, and Commercial Products, publicada en 1880. Una de estas otras tantas invenciones que figuran en la enciclopedia de Spon fue, por ejemplo, el hectógrafo: un proceso similar a lo que actualmente llamaríamos transfer y con el que se podían obtener hasta cien copias de un único original. Pero lo que decidió el resultado final de esta pugna por la duplicación fue un invento acuñado, otra vez, con el sello de Edison: el mimeógrafo.
2.3/Albert Blake Dick: el mimeógrafo
“Tras una larga experiencia en empresas manufactureras y en el comercio de la madera, el Sr. Dick, como presidente de la compañía que representa, ha dedicado toda su atención a la fabricación del mimeógrafo Edison y a los suministros Edison (…).” Así definía la reseña biográfica del Men of Affairs. A Gallery of Cartoon Portraits, una pseudolista de Forbes publicada en 1906 por The Chicago Evening Post donde figuraban los hombres de negocios del momento, al empresario estadounidense Albert Blake Dick.
“Más potente que el bolígrafo o la máquina de escribir cuando se necesita una copia rápida y precisa; 100 veces más rápido. Cualquiera puede manejarlo; no se estropea. Estas son algunas de las ventajas del Mimeógrafo Edison, inventado por Thomas A. Edison. Hace cualquier número de copias facsímiles de cualquier cosa que usted pueda escribir con un bolígrafo o una máquina de escribir. Barato, compacto y limpio”.
El éxito del mimeógrafo rotativo fue tal que se convirtió en un elemento imprescindible para oficinas, escuelas e instituciones de todo tipo que no decayó hasta la aparición en los años sesenta de la empresa Xerox y su tecnología de tinta seca o tóner. Incluso se llegó a decir, quizá con más interés publicitario que veracidad, que “el mimeógrafo de A.B. Dick produjo todas y cada una de las copias de cada orden emitida por el personal militar de los Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial”. El omnipresente mimeógrafo rotativo llegó a impregnarse en la memoria de varias generaciones tanto como el característico olor de su densa tinta oleosa; para muchos acabó siendo el mejor sinónimo de un aula o de una oficina.
2.4/David Gestetner: la duplicadora cyclostyle
De ser así estaríamos obviando a un personaje esencial en esta historia: el europeo David Gestetner. Este inventor húngaro establecido en Londres registró en 1881, dos años antes de que A. B. Dick fundase su compañía y seis de la patente del mimeógrafo, la tecnología cyclostyle. Se basaba en la perforación de plantillas mediante una herramienta similar a una pluma estilográfica —del latín stilus — con una rueda dentada en su punta—cyclo alude a cyclus; ciclo, círculo o rueda— que al escribir agujereaba la superficie del papel encerado. Era, por tanto, la combinación del lápiz eléctrico de Thomas Edison con el tripógrafo de Zuccato.
Esta primera versión del cyclostyle gozó de buena acogida comercial. No obstante, su uso resultaba algo incómodo, por lo que Gestetner publicó en 1888 una versión más ergonómica bajo el nombre neo-cyclostyle. Ambas variantes iban acompañadas de una pequeña prensa plana muy similar a la que empleaban los mimeógrafos previos al sistema rotativo, donde el papel se entintaba a mano con la ayuda de un rodillo. La lentitud de este proceso empujó al inventor europeo a automatizarlo por completo en el año 1893, cuando lanzó el innovador automatic cyclostyle: “imprima usted mismo con el ciclostil automático hasta 1200 copias a la hora, sin preparación”
La forma más sencilla de diferenciar un mimeógrafo Dick de la cyclostyle Gestetner es fijándose en el número de rodillos que tiene cada uno: el mimeógrafo cuenta con un único cilindro desde el que expulsa la tinta, mientras que su hermana europea dispone de dos grandes cilindros con los que repartirla a modo de minúscula imprenta offset. Este detalle, además, confiere a los modelos más antiguos una particular belleza clásica. O, al menos, según nuestra subjetiva opinión, basada en la preciosa Gestetner Rotary Cyclostyle Nº6 que hemos restaurado y a la que damos uso en los cursos de risografía que periódicamente impartimos en Ora Labora Studio.
2.5/Vietnamitas, octavillas y panfletos: usos políticos
“(…) cuando estaba prohibido leer y escribir muchas cosas y la palabra vietnamita no se refería a una mujer natural de Vietnam, sino a un artefacto para imprimir panfletos sin que las autoridades de la dictadura se enteraran (…)”.
‘Vietnamitas’ contra Franco, artículo de Sergio C. Fanjul en El País.
El término vietnamita se instaló en la memoria colectiva para designar a multicopistas de cualquier tipo, marca y modelo, porque, según la sabiduría popular, fueron las que empleó el Vietcong para comunicarse durante la Guerra de Vietnam; una definición tan peliculera como probablemente cierta que añadía aún más atracción al mito de un objeto crucial, pero de difícil acceso. En un capítulo de la serie Cuéntame cómo pasó, Marta queda de madrugada con el ingenuo Toni para robar una multicopista en una imprenta: “Un momento, ¿me quieres explicar esto bien?; Ya te lo he dicho, vamos a coger una multicopista; Pero, ¿por qué no la compráis?; Pues porque no se puede, sólo pueden comprarla las empresas”.
Lamentablemente, hoy no podemos acudir a la muestra, pero sí es posible acceder al archivo de documentos digitalizados Archivo de la Transición. En él se encuentran carteles, octavillas y otros materiales de partidos políticos como el Partido Comunista de España, grupos cristianos, sindicatos, asociaciones de amas de casa, la organización franquista Confederación Nacional de Excombatientes y un largo etcétera por el que resulta más que recomendable perderse.
3/La risografía en la actualidad
Las nuevas posibilidades de comunicación que trajeron consigo las multicopistas llegaron, también, a los movimientos artísticos y/o contraculturales de mitad del siglo XX. Dieron voz a la literatura alternativa que a menudo autoeditaban sus propios autores en forma de revistas, fanzines y publicaciones de todo tipo, difundidas especialmente por el Nueva York y San Francisco de los años cincuenta y sesenta en lo que se llamó la Revolución Mimeográfica. Por ejemplo, en los sucesivos números de la revista Klactoveedsedsteen podemos encontrar las firmas de William S. Burroughs, Charles Bukowski o Allen Ginsberg. Para conocer los frutos de esta revolución te recomendamos, además de leer el himno que recientemente escribió el poeta y activista Ed Sanders, bucear entre los recursos históricos que enlazamos en el siguiente directorio.
3.1/Directorio de artistas, estudios y recursos
A continuación, te proponemos dar un paseo por esta breve recopilación de artistas, estudios y recursos de interés relacionados con la impresión artística en risografía, donde también encontrarás múltiples ejemplos de qué se ha hecho y qué se está haciendo a día de hoy con mimeógrafos, ciclostiles y otras multicopistas históricas desde una perspectiva artística y/o política.
Recursos
Artistas y estudios de risografía
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