«Os voy a contar un secreto: nunca me ha gustado leer. Sin embargo, siempre he sido un enamorado de los libros». Así comienza este artículo escrito por Álvaro Varograff, director de La Granja Editorial, en el que comparte su pasión por el libro como objeto y soporte para las ideas más diversas.
Últimamente, la palabra autoedición resuena por todos lados: carteles que anuncian ferias de autoedición, pop-ups repentinos que te animan a autoeditar tu propio libro, recursos do it yourself que explican cómo crear un fanzine… Pero, ¿qué es eso de autoeditarse?
La lira popular nació como vehículo de expresión entre las clases humildes chilenas y los poetas populares. Se trataba de grandes pliegos impresos con poesías de temática variada, generalmente relacionadas con sucesos de la vida cotidiana, en los que, por encima de todo, destacaba la expresividad de las imágenes que acompañaban al texto.
Dentro del universo gráfico latinoamericano han sobresalido agrupaciones de gran transcendencia. Estas líneas pretenden sumergirnos en este tema mediante la recopilación de talleres y artistas que nos harán viajar a través del tiempo y del espacio por el continente americano.
A través de este artículo nos adentraremos en la obra de uno de los pioneros del arte de la serigrafía en España: el alicantino Eusebio Sempere, a quien debemos la introducción de la serigrafía en España en los años 60 del pasado siglo XX.
La palabra serigrafía está formada a partir de la combinación de la voz latina sericum –seda– y el vocablo griego graphé –escribir–, en referencia a las pantallas hechas con hilos de seda que, desde el siglo XVII, se emplearon para realizar este tipo de estampas. El término fue acuñado por Carl Zigrosser, comisario del Departamento de Dibujo y Estampa del Museo de Bellas Artes de Filadelfia, en la década de 1940.